MAMÁ, ¿POR QUÉ TE LLAMAS BAHIJA?


Todo nombre tiene una historia. Unos se eligen por gusto, otros para recordar a algún familiar,  y  luego están los nombres que surgen de la admiración más profunda. Cuando nació mi madre el día 5 de noviembre de 1965, mi abuelo, un soldado marroquí, lo tenía muy claro: Bahija se llamaría la criatura. La decisión fue meditada y salió de lo más profundo de su ser. El nombre le recordaba a sus días en el ejército, al barrio antiguo de Larache, al marsa y a aquel vecino español que se sentaba al fondo de la calle a escuchar la radio en su silla de madera. Aquellos recuerdos que guardaba con nostalgia tenían algo en común, la melodía de fondo de la cantante marroquí  Bahija Idriss. 

Bahija Idriss, nació en 1938 en la ciudad marroquí de Meknes. Con tan sólo doce años su familia –que tenía una relación profunda con el arte- le animó a comenzar su carrera en la música debido al talento que presentaba. Poco después nació su primera canción “Indi Wahid”, que debido a su éxito en Marruecos supuso el principio de una carrera de conocidas composiciones como "Inta Hani", "E'Shams Ghorbat", "Ya Habibi Ya Ghayeb An Ini", “Madhlouma" o “ Atchana"
Hasta los años 80 que abandonó el mundo del arte, Bahija contó con una colección amplísima de contenido en el que también tuvieron su espacio poetas como Nizar Quabbani e Ilyess Farhat. Su figura no sólo es conocida por su voz, sino también porque  nunca antes en Marruecos una mujer había llegado a conseguir semejante éxito en el mundo de la música. Y eso, no dejaba de sentar precedente para artistas venideras. Bahija Idriss puede considerarse "La Marisol” de los marroquíes. 

La música de Bahija Idriss recuerda a la famosa Umm Kulzum. Sus canciones comienzan con una melodía instrumental que rompe con la voz grave y enérgica de una  mujer.  A pesar de que sus canciones no son tan largas como la de las de la egipcia, Bahija posee temas que duran hasta quince minutos. La música de Bahija Idriss y su expansión por el Magreb se debe en gran medida al poder del lenguaje.  Si Umm Kulzum fue el vivo ejemplo de la música árabe a través de un dialecto egipcio, Bahija Idriss llegó a las diferentes regiones del norte africano con composiciones en  darija o un árabe más cercano. Aunque esta característica fue cambiando con los años como podemos observar en canciones como “Bye bye”; más modernas y variadas en las que el amor y desamor siguen siendo protagonistas. Otra de las cuestiones que comparte con Umm  Kulzum son el momento y la situación política de los años 50. Al igual que en Egipto Nasser se apoyó en Umm Kulzum para fortalecer el sentimiento nacional en una etapa de diferentes percepciones acerca del nacionalismo árabe; en Marruecos Hassan II reconocía el talento y carácter de Bahija Idriss. Siendo una figura de patriotismo e identidad  para la población marroquí. 


Bahija Driss, mujer, recuerdo pero sobre todo arte.

                                                                             




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